Como dijo Óscar Wilde

Como dijo Óscar Wilde

Oscar Wilde (1854-1900) nació en Dublín. Fue uno de los escritores más brillantes de su época.

Durante la primera mitad de su vida fue un amante esposo. Posteriormente, se fue decantando por la vertiente homosexual.

Frases lapidarias

Sus frases lapidarias, de las que hay cientos, fueron siempre una mezcla de ironía, sabiduría y cinismo, donde resulta difícil en ocasiones dónde comienza lo serio y dónde la provocación.

Hay cierta tendencia (yo mismo he caído involuntariamente en el error) de asignar a Oscar Wilde frases que no eran suyas.

Parece que cuando no se recuerda el autor hay tendencia a decir «como dijo Oscar Wilde».

Y muchas veces se acierta.

Dado el prestigio intelectual que tiene y la gran cosecha de frases suyas, si “colamos” alguna falsa, parece que nadie se va a dar cuenta.

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Frase de Óscar Wilde. De verdad.

Las siguientes son suyas. Y sin trucos. Vamos con la primera tanda.

Amarse a sí mismo es el comienzo de una aventura que puede durar toda la vida.

Cada hombre tiene su precio, y por lo general, horriblemente caro.

Cualquiera puede simpatizar con las penas de un amigo, pero simpatizar con sus éxitos requiere una naturaleza delicadísima.

Cualquiera puede hacer una cosa. El mérito está en hacer creer al mundo que uno la ha hecho.

Cuando la gente está de acuerdo conmigo, siempre pienso que estoy equivocado.

El alma nace vieja pero se vuelve joven: esta es la comedida de la vida. El cuerpo nace joven pero se vuelve viejo: esa es la tragedia.

Es muy difícil no ser injusto con lo que uno ama.

Hay una cosa en el mundo mejor que oír hablar de uno; es que no hablen de uno.

La moda es una forma de ceguera tan intolerable que tenemos que cambiarla cada seis meses.

La única diferencia que hay entre un capricho y un “amor eterno” es que el capricho suele durar más tiempo.

La única diferencia en el santo y el pecador es que el santo tiene un pasado y el pecador tienen un futuro.

Las religiones son meras vestiduras, muy mal cortadas, de la fe.

Intermedio

Lo único horrible que hay en el mundo es el aburrimiento. Es el único pecado sin remisión.

Intermedio para digerir tanto ingenio. Vamos con la segunda tanda.

Los hombres siempre se empeñan en ser el primer amor de una mujer. Tal es su tosca vanidad. Las mujeres tienen un instinto más sutil de las cosas: prefieren ser la última novela de un hombre.

Los libros que el mundo llama inmorales son libros que muestran al mundo su propia vergüenza.

Mentir bellamente es un arte. Decir la verdad es obrar según la Naturaleza.

Mientras algunos hombres viven la novela que no han podido escribir, otros escriben la novela que no han podido vivir.

Muchas veces, cuando creemos estar realizando una experiencia sobre los demás, la estamos verificando sobre nosotros mismos.

No hay cosa que más se parezca a la inocencia que una indiscreción.

No hay libros morales ni inmorales. Simplemente hay libros bien escritos o mal escritos.

Para la mayoría de nosotros, la verdadera vida es la vida que no llevamos.

Perdona siempre a tu enemigo. No hay nada que le enfurezca más.

Puedo creer cualquier cosa, con tal que sea increíble.

Puedo resistirlo todo, excepto la tentación.

Recomendar sobriedad al pobre es grotesco e insultante a la vez. Es como decir que coma poco al que se está muriendo de hambre.

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