La conquista de la cumbre era una sección del Diario Línea.
El dibujante cartagenero Baldo (Baldomero Ferrer García 1923-1990) hacía esa sección.
Recogía la clasificación de fútbol de la Liga Española en Primera División, jornada a jornada.
A mí me apasionaba -y apasiona todavía hoy- hasta el punto que copiaba sus dibujos en cualquier sitio.
Entre ellos, los libros de texto con los que estudiaba entonces.
He recogido mi tributo a Baldo y su Conquista de la Cumbre en alguna otra entrada de este blog.
Pero como sigo con mi obsesión, quería hacer algo más.
En este caso, ese «algo más» era que quería ver cómo habría sido si el genial Baldo hubiese publicado su magna obra en color.
Entonces no era posible ya que los diarios entonces eran necesariamente en blanco y negro. Y todos en papel, claro, la era digital aún no había empezado.
El capricho que me di fue redibujar un trocito, solo un trocito, de una de las ediciones y colorearla a mi aire.
El resultado fue «esto» de ahí arriba.
Y me dije que sí, que muy bien, pero que era mejor dejarlo todo como estaba y respetar lo original, que suele ser lo aconsejable.
Yo me había dado mi capricho y asunto resuelto. A otra cosa.
Datos de aquella jornada en La Conquista de la Cumbre
Por si alguien tiene curiosidad, el fragmento «fusilado» (en todos los sentidos) corresponde a la jornada 15 de la Temporada 1973-174.
Aquella jornada se jugó en la víspera de la Navidad de 1.973.
Elegí aquella jornada para perpetrar mi obra porque me gusta la Navidad y también porque aparecía entre los equipos de cabeza el Athletic de Bilbao, que es mi segundo equipo, tras el Efesé.
Aquella liga la ganó el FC Barcelona de Johan Cruyff, el subcampeón fue el Atlético de Madrid y el 3º fue el Real Zaragoza.
Los merengues del Real Madrid se clasificaron en el puesto 8º.
El Real Murcia, que entonces estaba en Primera División, quedó en el puesto 15º y se salvó del descenso, ya que bajaban los clasificados 16º, 17º y 18º.
Esos que fueron Castellón, Racing y Oviedo, respectivamente.
El Pichichi, máximo goleador, fue Enrique Castro «Quini», todavía en el Sporting de Gijón por aquel entonces.
